En pleno corazón de la selva maya, diez comunidades rurales de Calakmul, Campeche, experimentaron una transformación sin precedentes. Lo que comenzó como un simple regreso a las actividades deportivas, se convirtió en un poderoso movimiento de arraigo y esperanza que cambió la perspectiva de cientos de niños sobre su propio futuro.
En marzo de 2021, el silencio que dominaba las canchas abandonadas fue finalmente interrumpido por risas, gritos de aliento y el inconfundible sonido del balón rodando por el campo. Caliu, en colaboración con la Fundación Barça, Scotiabank y Fondo para la Paz, dio vida al proyecto FutbolNet Scotiabank, una iniciativa que trascendió el ámbito deportivo para convertirse en un catalizador de cambio comunitario.
«Volver a las canchas fue volver a la vida. Cada pase, cada gol, cada risa era una forma de reconstruir la comunidad. Descubrimos que el juego no solo es diversión, es también un puente hacia el futuro, un futuro que ahora niños y niñas pueden ver en su propio hogar», expresó Laia Martin, fundadora y líder de Caliu, organización responsable de la coordinación metodológica y pedagógica del proyecto.
El programa comenzó con un seminario intensivo de formación en Zoh Laguna, donde 30 educadores locales se capacitaron en la metodología FutbolNet. De este grupo, 20 fueron seleccionados para llevar el programa a las diez comunidades participantes: Unión 20 de Junio, Nuevo Becal, La Lucha, Manuel C. Brito, Centauro del Norte, La Virgen de la Candelaria, El Manantial, La Victoria, Ley de Fomento Agropecuario y Santo Domingo «El Sacrificio».
Los resultados fueron contundentes: 316 niños y niñas participaron activamente con un asombroso 87% de asistencia regular. A lo largo del año, se realizaron 528 sesiones que combinaron entrenamiento deportivo, formación en valores y aprendizaje comunitario.
«Volver a las canchas fue volver a la vida. Cada pase, cada gol, cada risa era una forma de reconstruir la comunidad. Descubrimos que el juego no solo es diversión, es también un puente hacia el futuro, un futuro que ahora niños y niñas pueden ver en su propio hogar», expresó Laia Martin, fundadora y líder de Caliu, organización responsable de la coordinación metodológica y pedagógica del proyecto.
El programa comenzó con un seminario intensivo de formación en Zoh Laguna, donde 30 educadores locales se capacitaron en la metodología FutbolNet. De este grupo, 20 fueron seleccionados para llevar el programa a las diez comunidades participantes: Unión 20 de Junio, Nuevo Becal, La Lucha, Manuel C. Brito, Centauro del Norte, La Virgen de la Candelaria, El Manantial, La Victoria, Ley de Fomento Agropecuario y Santo Domingo «El Sacrificio».
Los resultados fueron contundentes: 316 niños y niñas participaron activamente con un asombroso 87% de asistencia regular. A lo largo del año, se realizaron 528 sesiones que combinaron entrenamiento deportivo, formación en valores y aprendizaje comunitario.
Más allá de las estadísticas, el verdadero impacto residió en el cambio de mentalidad. Los pequeños que antes veían la migración como única opción de futuro, descubrieron el valor de su tierra y la fuerza de la colaboración. El proyecto no solo previno la violencia, sino que sembró una semilla de orgullo por las raíces y la convicción de que es posible construir un futuro próspero sin abandonar el hogar.
El impacto del programa trascendió a los participantes directos, alcanzando indirectamente a más de mil personas, entre familiares y otros miembros de las comunidades, creando un efecto multiplicador que sigue resonando en toda la región.
En un mundo donde el éxodo rural parece inevitable, esta iniciativa demostró que el deporte puede ser mucho más que un juego: puede convertirse en el eje que articula sueños, fortalece lazos comunitarios y transforma perspectivas, demostrando que a veces, el futuro más brillante no está lejos, sino justo donde estamos parados.
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10/03/2025
Redacta | Carolina Mesa | Coordinadora comunicación socio-ambiental en Caliu